DENKÔ MESA

Como todos sabemos, tratar de responder a la pregunta quién soy, es de las preguntas fundamentales que aparecen en la larga historia de la humanidad. Expresarlo con certeza es permitir que el ser real se manifieste. En el momento en el que fijamos nuestra atención en una identidad, ya sea en objeto, una persona o un fenómeno de cualquier índole, nos alejamos de la verdad. No somos lo que nos hemos creído ser. Concurrimos en un permanente siendo en los otros. Nací en el Valle de La Orotava allá, por el año 67 en la llamada Calle del Agua, en un mes de agua (julio) y en una isla (rodeada toda por agua), así que soy un ser de agua. No me pilló joven la movida hippie de los 70 y mis padres, unos humildes trabajadores, me vieron crecer en un bello pueblo en el norte de la isla de Tenerife. Llegada la adolescencia, y tras años de mucho voleibol, sentí un vacío interior que no era alimentado por las creencias que profesaba. Años más tarde inicié carrera universitaria en la ciudad de La Laguna y entre los libros que leía para abordar los estudios de Filología Hispánica, cayó en mis manos uno relacionado con el budismo zen. Este hecho y encontrar un grupo de práctica meditativa en la ciudad, me impulsaron a iniciar este camino espiritual en el continúo desde hace 32 años. Tras años formándome, llegado el 2005, recibí la certificación como maestro zen y desde entonces dedico mi vida a transmitir este hermoso legado espiritual, impartiendo retiros, facilitando cursos y talleres, impartiendo conferencias y favoreciendo la consolidación de la Comunidad Budista Zen Luz del Dharma que creé y dirijo. También he escrito varios libros. Por todo ello, mi vida se ha visto marcada por dos ámbitos en la docencia, uno como funcionario y profesor de Lengua Castellana y Literatura, y otro desarrollando el ejercicio como maestro budista zen. Sea como fuere, la biografía se escribe a cada instante, en cada inspiración y tras cada exhalación. Nacemos y morimos a cada instante en un hermoso devenir impermanente. ¡Qué serena felicidad al vivirlo así, fluyendo alegre en la luz de la conciencia!